jueves, 29 de octubre de 2009

EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL , DISTRIBUIDOR DE PAQUETES ECONOMICOS A MEDIDA???

Columnistas/La Razon 10/20/09

FMI: entre el desprestigio y la amnesia
Ilya Fortún*

Si serán cuerudos los amigos del Fondo Monetario Internacional. Con más cara que espalda, aparecieron presentando un informe de perspectiva regional, basado en las causas y efectos de la crisis económica internacional que hace temblar al mundo desde hace un año. Como al parecer tenemos cara de idiotas redomados, no sería nada raro que en cualquier momento aparezca también el ex embajador Philip Goldberg, en su flamante calidad de capo del servicio de Inteligencia, a darnos una charlita sobre diplomacia y estabilidad democrática.
Los muchachotes del Fondo se siguen permitiendo, sin siquiera ponerse colorados, hacer sus célebres “recomendaciones” para enfrentar la crisis, pasando por alto olímpicamente sus responsabilidades en las causas que la originaron. No sé tú, como dice el bolero, pero yo, me pregunto dónde andaban los apóstoles del liberalismo mientras los ricachos del mundo retozaban impunemente en una orgía especulativa, cuya factura estamos pagando el resto de los giles del mundo. Al parecer, las recetitas sólo aplican para algunos. El paquete de imposición coercitiva de políticas económicas, que condicionaba el apoyo político del Gobierno estadounidense y la asistencia de los organismos financieros internacionales, era bueno para ejercer control político y allanar nuevos mercados para empresas transnacionales, en países pobretones, pero no tan buena para lidiar con la infinita codicia de los conglomerados financieros del primer mundo. Para tus amigos, Jauja, para tus vasallos, neoliberalismo.
Con una caradura, sólo posible gracias a los jugosos sueldos que reciben como burócratas internacionales, han tenido el tupé de felicitar al Gobierno boliviano por lo acertado de su política macroeconómica frente a la crisis, cuando en realidad, Bolivia viene haciendo desde hace cuatro años, lo opuesto a lo que estos señores impusieron en medio mundo durante treinta años. Lo que muchas potencias del mundo han hecho el último año para pagar la pachanga de los ricos, Bolivia lo ha hecho hace cuatro años, no como una reacción a la crisis, sino como una decisión política y una alternativa a un esquema que seguimos al pie de la letra durante veinte años, y en el que nos fue como en la guerra.
Tanto cinismo tiene su explicación en el enorme desprestigio en el que ha caído este organismo, que hasta hace poco, era palabra santa para los economistas. Los países del G8 le han sacado la mugre a Dominique Strauss-Kahn, su director gerente, por sus erráticas proyecciones y análisis poscrisis, y países como Brasil y Argentina los han puesto de patitas en la calle. El FMI está en un brete en el que es seriamente cuestionado, tanto por los países que lo financian, como por los supuestos beneficiarios. Por eso aparecen ahora, hechos a los desentendidos, buscando arrimarse nuevamente a cualquier escenario posible, inclusive el de Evo Morales. No les importa caer en flagrantes contradicciones, con tal de reinsertarse en las agendas económicas de un mundo, pese a ellos, cambiante.
Lejos quedaron, afortunadamente, los días en que el Gobierno boliviano de turno, debía ir de rodillas hasta Washington para suplicar un stand by de doscientos millones de dólares, y un acuerdo de ajuste estructural, sin el cual se podía sufrir una especie de bloqueo internacional. A cambio, y como condición, se debía hipotecar todas las decisiones importantes en el ámbito macroeconómico. Limosna por soberanía, era el trato.
En algún momento de la crisis, se habló de que un nuevo orden financiero mundial, implicaba la desaparición del FMI. Ojalá así sea.

*Ilya Fortún
es comunicador social.

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