Soweto. South West Town, so-we-to

By Martin Munoz

"Te nako" significa bienvenido en uno de los once idiomas oficiales de Sudáfrica. No hay que asustarse. Aquí todo el mundo aquí habla inglés y aunque el acento es bastante fuerte, los sudafricanos son amables y harán un esfuerzo para comunicarse con el recién llegado.

Lo primero que los locales le dicen a uno es principalmente lo que no tiene que hacer; no debe salir a la calle solo, no debe llevar nada de valor encima y tiene que ser cuidadoso en todo momento. Esa es más o menos la lista elemental. Luego está el "ni se le pase por la imaginación" que consiste en la serie de lugares a los que no hay que ir, que son básicamente todos, pero muy especialmente el centro de la ciudad, fácilmente reconocible por la enorme torre de comunicaciones visible situada en el centro. Esta zona, llena de rascacielos fue en su día la mejor zona de Johannesburgo, pero hoy está dominada por mafias nigerianas que controlan el tráfico de drogas en la zona .
Otra área a la que uno no debe ir solo es a Soweto. South West Town, so-we-to, era originariamente un poblado minero cercano a Johannesburgo. Hoy, con el crecimiento de la ciudad, prácticamente se tocan. Es justo ahí, tras las enormes montañas artificiales formadas por los depósitos de tierra extraída de las minas de oro donde se encuentra el Soccer city que es precisamente el sitio al que sí debe ir. Aunque no tenga boletos.
El estadio es realmente espectacular. No tiene nada que envidiar a ninguno de los mejores estadios del mundo.

Soccer City, un estadio en medio de la nada. Foto:Getty Images
Una de las cosas que más sorprende del estadio es su localización. Está situado en el medio de la nada, porque no hay nada, absolutamente nada alrededor del estadio. Es un gran descampado, vacío y desolado.
La razón de la situación del estadio es puramente histórica y tiene que ver con el corazón del fútbol en este país. Soweto ha sido el epicentro de este deporte en Sudáfrica. Sus dos equipos, los Chiefs y los Pirates, son el equivalente del Real Madrid-Barcelona, América-Chivas, Boca-River. Sobre el antiguo estadio de los Chiefs, terreno sagrado para los aficionados de este país, se construyó el Soccer City.

Por Martin Munoz

Después de catorce horas de vuelo hasta el viajero con más imaginación se queda sin opciones. Por esta razón, lo malo de un vuelo de quince horas no son las catorce primeras, si no la última, que es la que se hace realmente eterna.
Tras aterrizar en Tambo, el paso por inmigración resultó bastante rápido y en apenas quince minutos estaba en la sala de recogida de las maletas.El paso por aduana resultó ser todavía más breve porque no había absolutamente nadie en aquel momento.

Pues ya estoy en Sudáfrica. ¿Y ahora qué hago?
Hay cuatro opciones. La primera es el taxi. En Johannesburgo no hay demasiados taxis. Para ser una ciudad de cinco millones de habitantes, la cantidad de taxis es muy reducida. Además son difíciles de encontrar y -tal y como sucedió el día que llegué- suelen estar en huelga.
La segunda opción (y esta entra en la categoría de cosas que uno no debe de hacer en Johannesburgo) es el minibus. Se trata de furgonetas con cabida para diez personas que funcionan como taxi comunitario. Son peligrosas porque sus conductores son famosos por ignorar cualquier regla elemental del tráfico.
Un minibus en las calles de Johannesburgo. Foto:Y!
La tercera opción es la del alquiler, pero aquí conducen en el otro lado de la carretera, así que esa opción queda reservada solamente para los valientes.
La cuarta ,probablemente la mejor de todas, es alquilar un vehículo con conductor. Johannesburgo está en estos momentos surcada por las obras. Hay desvíos por todas partes y un conductor que sepa moverse entre el atasco contínuo que es esta ciudad hará más agradable la experiencia.
Una vez se sale del aeropuerto, lo siguiente que se hace es pedirle al conductor que ponga la calefacción, porque aquí es invierno. En la noche la temperatura baja hasta los 2 grados así que si vas a venir, trae ropa de abrigo.
¿A qué hotel le llevo?
Sobran habitaciones.Hace un año una habitación por noche en un hotel de una cadena internacional costaba 600 dólares. Hoy, esa misma habitación cuesta la mitad.
Camino del hotel, podrá comprobar que no hay mucha tensión con el Mundial. Hay carteles, guirnaldas en la calle, pero la atención real de los aficionados sudafricanos está en el rugby. Dos equipos sudafricanos se disputaban el título del Super XIV, que sería el equivalente a nuestra Libertadores. Todos tienen interés en el Mundial, pero el fútbol es aquí el tercer deporte, muy lejos del cricket y el rugby que son los que dominan la pasión.
Sí, el Mundial es aquí. A lo mejor no lo parece, pero es aquí.